top of page

El problema de no pedir ayuda: Nadie se entera de que la necesitas

Actualizado: hace 4 días

Incomprendida


"Venimos al mundo solos y nos morimos solos”, es un dicho de generaciones pasadas que aún hoy sigue teniendo mucha fuerza. Yo creo que no me identifico del todo con esto, pero parece que cuando tengo un problema personal, termino creyéndomelo más de lo que quisiera. Pedir ayuda cuesta, es incómodo porque yo puedo sola, para qué voy a molestar, "me da vergüenza incomodar, prefiero que no me noten." A veces se evita. A veces se niega. A veces hasta se romantiza la autosuficiencia.


Como si crecer fuera sinónimo de que pedir ayuda está mal. Lo puede hacer un bebé, un niño, un adolescente, un anciano ¿pero yo? Ay no! ¡Mejor no incomodo!


Es un poco extremo ser consciente de todo lo que implica tan sólo existir, ser un ser humano, porque desde momento uno de vida hasta que nos extinguimos, necesitamos de los demás, "existimos porque nos necesitamos": Para comer, vestirnos, transportarnos, sobrevivir... Pero mostrar vulnerabilidad, aceptar que necesitamos apoyo, sigue siendo muy difícil. Si me dieran a elegir, sería más fácil dar que recibir. Eso aprendí.


Pero hoy me pregunto ¿qué tan funcional está siendo esto para mi?


Hace poco migre, cambie de país y vine a vivir a otro lugar. Acá no hay redes de apoyo familiares, no hay carro para hacer vueltas, no están las comodidades que tenía antes, o las personas que con confianza una puede pedirle el favor y ya está. No están a quienes convences que te hagan favores sólo si les ofreces una pizza (mi hermano por ejemplo), literalmente es un contexto muy limitado. Por el poco tiempo que llevo, conozco pocas personas y mi cabeza me dice que no tengo confianza suficiente para pedirles ayuda.


Enfrentarme a la migración, ha hecho que me vea expuesta a procesos legales, trámites, gestiones burocráticas que me han puesto en una situación bastante incómoda... Mi solución realmente ha sido sentarme a llorar.


Esto me ha sido bastante útil porque he notado que hay muchas cosas que eran importantes para mi, pero no era tan consciente hasta que noto que ya no están, aquí y ahora (como el privilegio de tener cédula, o saber cómo hacer un proceso legal con argumentos de leyes. -Es mucho más fácil en mi país de origen, siento que tengo más caracter para discutir-) . Pero acá, no puedo decirle a las personas de migración o a los policías que no he podido hacer muchos procesos porque no sé hacerlo, porque la información que dan no está clara, porque no tengo redes de apoyo familiares para pedir ayuda, y que me da vergüenza molestar a las personas que conozco para este tipo de trámites. Eso en efecto, no es válido para ellos.



Mente


Entonces, vamos a meterle psicología a la situación porque claro que sentir es importante, hay algo que me está generando inestabilidad, malestar, incomodidad. Pero pasa si me engancho del todo con esta situación, no voy a tener lo que quiero, no voy a ser la persona que quiero, me voy a trabar en la emoción desconectándome del presente, de las redes que tengo, aquí y ahora.


Las emociones son demasiado útiles porque nos comunican todo el tiempo: El miedo comunica que algo es peligroso, la tristeza que tal vez se perdió algo importante, la ira que algo no es justo. Y lo que siento por ahora es frustración. No me imagine un escenario tan estresante al migrar.

También las emociones nos motivan, de hecho si buscas el origen de la palabra <emoción> en latín es "emotio", que proviene del verbo "emovere" que significa "hacer mover" o "mover hacia afuera". La raíz "emovere" refleja la idea de un impulso o movimiento que sacude o altera el estado habitual de una persona. 


En conclusión, las emociones preparan a nuestro cuerpo para generar movimiento: El miedo a movernos hacia lo seguro, la tristeza a movernos hacia el descanso, a recuperarnos, la ira a movernos hacia lo que queremos, a luchar por lo que nos importa.


Ahora, según la Teoría del Apego de Bowlby, las relaciones cercanas, basadas en la confianza y el apoyo, son fundamentales para el bienestar emocional:

 "El apego es un sistema emocional innato que nos guía hacia las personas que nos pueden ofrecer seguridad y apoyo".

Y entonces, con todo esto y siendo coherente con lo que le digo a mis consultantes: Pedir ayuda es un acto natural que fortalece el apego y la seguridad emocional. Y sabemos además que las emociones todo el tiempo nos comunican algo. Mi frustración me está comunicando la impotencia de querer cambiar algo que no depende de mi.


Decidí entonces escribirle a mis amigas de acá, que hay una situación burocrática que me tiene super abrumada y me genera impotencia, y les pedí ayuda. La respuesta literalmente sonó casi que en coro:

-"¡Claro guapa! Dime como puedo ayudarte"


Ufff, que alivio sentí, literal no he solucionado el problema pero uf que bien se siente la validación externa, la escucha amable y sin juicio. La verdad solo necesitaba llorar un poco y moverme a la busqueda de estrategias de lo que SI puedo hacer.


Eso que pasó, en psicología esto tiene nombre: rigidez cognitiva. Una voz interna que dice “hazlo sola, no preguntes, que vergüenza”. Pero resulta que ser adulta no significa que te conviertas en un robot que no siente, que no se frustra o que tiene respuestas para todos los trámites del universo. Y mucho menos que no necesita ayuda.


Esto a veces traspasa más áreas y mirando para atrás, han habido ocasiones que me ofrecen ayuda y una es muy terca, dice que no, luego se da cuenta de que sí la necesitaba, y después se termina culpando: "Pero quéee necesidad de no recibir ayuda! Termine matandome sola, sabiendo que la otra persona genuinamente quería darmela", Eeeeh! Pero si fuera al revés, ahí si uno es intenso diciéndole al otro que se deje ayudar, que no sea terco. -Por favor más coherencia!- Es que hasta las películas nos lo dicen todo el tiempo:

Miranda por ejemplo, en la película de el Diablo viste a la moda necesitaba ayuda en su trabajo, necesitaba delegar, y por no hacerlo no tenía tiempo de calidad con sus hijas y perdió tres matrimonios. Woody en Toy Story, no podía salvar a todos los juguetes solo, necesitó de Buzz y le toco bajarle dos rayas al orgullo para salvarlos. Y hasta un Naufrago, que está solo en el mundo sin absolutamente nadie... Necesito de Willson para no enloquecer, una pelota de vóley. A veces, nuestra incomprensión interna –ese no permitirnos pedir, no permitirnos fallar, no permitirnos necesitar– es más limitante que el problema en sí.



Por eso es necesario observar, cuestionar, flexibilizar. Esa parte que puede decir: “Esto me sobrepasa”, “Si sólo conozco tres personas, pues agoto estas tres posibilidades". No es fácil. Pero pedir ayuda es una habilidad, y como toda habilidad, se entrena.


¿Cómo? Reconociendo tu emoción, escuchando qué necesitas; identificando tus límites sin castigarte por tenerlos, siendo más f l e x i b l e s, con nuestras reglas internas, porque tenemos claro que no podemos todo. Porque incluso si creciste creyendo que ser fuerte era no necesitar a nadie, hoy puedes cuestionar esa idea.Y si sólo conoces a tres personas, pues empieza por esas tres. Eso también es moverse. Y manifestar explícitamente qué no sabes por dónde empezar, es ya empezar a hacer algo. Gracias por leerme, y gracias a mis amigas por su apoyo. Aún no he solucionado el problema, aquí y ahora mientras escribo, sigo con limitaciones de documentación. Pero hoy, aquí y ahora, ya hice lo que estaba bajo mi control, en este caso: Pedir ayuda. Ya veremos mañana qué pasa.



En mis redes comparto reflexiones para tu IncomprendidaMente. Y si sientes que necesitas apoyo, la terapia puede ser un buen lugar para empezar.


📲 Para preguntas o comentarios me encuentras en: 

Youtube: incomprendiamente

Spotify: Incomprendidamente

WhatsApp: +57 3143719716


 
 
 

Comments


P  S  I  C  Ó  L  O  G  A

2024 Incomprendidamente - Derechos reservados

LINA RODRIGUEZ

bottom of page