Hábitos de Salud Mental
- Incomprendida Mente
- 24 jun
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 7 jul
Incomprendida
A veces entro a redes sociales y pareciera que todo el mundo se volvió experto en autocuidado. Que si el jugo verde, la rutina de 5 AM, el journaling con plumones de colores y el gimnasio con luces neón. Se celebra el “estilo de vida saludable” como si fuera fácil y automático. Y sí, suena bonito. Pero vamos a hablar claro: ¿de qué sirve todo eso si cada vez que fallas en un hábito, te castigas más de lo que te cuidas?
Los hábitos son las acciones que día a día haces y construyen tu rutina diaria, son los que nos van a ayudar a sostenernos cuando la vida está al límite. Lo que pasa es que estamos tan bombardeados de productividad, que se nos olvida lo básico: ser seres humanos cansa, y se nos está olvidando descansar.

En mi proceso como terapeuta, emprendedora migrante, he tenido momentos en donde he dicho: "No quiero más esto, quiero estabilidad, facilidad, rutina y una zona de confort segura y estable", cuando me frustro la ansiedad aborda mi día y es como si debiera hacer un check list eterno de cosas para cumplir para que mi mente se calme, sin embargo: La mente no necesita grandes tragedias para entrar en crisis; solo necesita que ignores las pequeñas cosas durante demasiado tiempo.
Mente

“Lo esencial es invisible a los ojos” — dijo El Principito. Pero también es invisible a nuestro calendario, porque si no lo agendas, no pasa. Es por eso que cuando llegan las situaciones de malestar constante antes de obedecer las instrucciones de mi cabeza, me remito a hábitos que dentro de la cotidianidad me han sido muy utiles y quiero compartir contigo:
1. Dormir 7-9 horas
Una necesidad humana es darle a tu cerebro la oportunidad de limpiar el desorden emocional del día. El sueño REM es terapia gratis. Si no duermes bien, tu amígdala entra en pánico por cualquier cosa.
2. Comer con atención y con placer, no con culpa
No seguir dietas místicas, una cosa es que cuides lo que comes y otra cosa es que te obsesiones con ello. Comer sin apuro, sin culpa y sin pantallas es una forma de autorregulación emocional.
3. Caminar sin objetivo productivo
No para “quemar calorías” ni para “aprovechar el tiempo”. Solo caminar. Mover el cuerpo para mover la mente. La ciencia lo respalda: caminar reduce el cortisol y mejora el estado de ánimo.
4. Aburrirte de vez en cuando
La mente necesita espacios vacíos para descansar y crear. Así que no, no eres improductivo por quedarte mirando al techo. A lo mejor, es justo lo que tu sistema nervioso estaba pidiendo.
5. Ver el sol
Literalmente. El sol no solo regula el reloj biológico. También ayuda a producir serotonina. Si no puedes resolver tu vida hoy, al menos abre la ventana. Lo estás haciendo bien.
Con estas acciones cotidianas —que muchas veces pasás por alto o das por hecho— puedes empezar a construir una base real para tu salud mental. Son prácticas simples, conscientes y sostenibles, no es romantizar el bienestar: sino aterrizarlo, la salud mental se cultiva en lo básico.
Si quieres profundizar y entender cómo aplicar estos hábitos y por qué funcionan, en este episodio te comparto estrategias claras y útiles por las que puedes empezar:
Si esto te resuena, en mis redes comparto reflexiones para tu IncomprendidaMente. Y si sientes que necesitas apoyo para el cuidado de tu salud mental, la terapia puede ser un buen lugar para empezar.
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